Pero esa noche todo sería diferente; Ella se lo había propuesto y él se lo había dicho.
Vería después de tanto tiempo a aquel hombre, sí, a ese del que se había enamorado.
Estaba anciosa, ahora todo sería distinto, él había cambiado por ella y ahora vendría a enmendarlo todo ; Estaba desesperada, había anhelado tanto ese momento; El reloj marcaba los minutos que cada vez se hacían más eternos; Decidió subir a su cuarto para arreglarse un poco para él, tal vez un poco de maquillaje para difuminar aquellas atroces marcas que ahora cubrían su piel relatando cada uno de esos instantes en los que su príncipe se había convertido en un monstruo. Ahora esas cicatrices acompañaban su imagen, imagen que ella había construido. que era todo lo que algún día quería ver reflejado en su espejo, todo lo que una mujer quería, su éxito, todo aquello con lo que él había arrasado y ahora se hallaba sepultado en el orgullo de aquel hombre.
Sin embargo hoy estaría dispuesta a perdonarlo.
Cogió un poco de maquillaje para ocultar las ojeras producidas por su llanto, sonó la puerta, era él, y ella acudió a abrir....Pero al abrir la puerta se dio cuenta que esa noche no sería diferente.
Aquella sonrisa que esperaba ver en su rostro se había marchado, ésta nunca se la había llevado bien con él, y el odio oscurecía sus ojos.
La tomó fuertemente y la arrojó contra la pared, pero ella no comprendía nada.
¿No se suponía que había cambiado?
¿Había caído en su trampa una vez más?
Con cada golpe que recibía ella intentaba recobrar algo de aliento para hablarle, pero no serviría de nada, sus palabras nunca significaron nada para él.
Ahora se daba cuenta, aunque demasiado tarde, un monstruo jamás sería su príncipe.
Sus lágrimas comenzaron a brotar, destruyendo cada centímetro que recorrían, llevándose por delante aquellas ilusiones falsas,tontas y ridículas.
Intentó vivir, intentó respirar; Pero ya era demasiado tarde.
Con cada golpe sentía que se le desprendía una parte de su vida. Y al fin, él lo consiguió, logró arrancar de ella cualquier forma de vida posible, cualquier sueño, cualquier esperanza.
Parecía que con su sufrimiento él lograba hacerse más fuerte. Pero...... a la final
¿Sería él lo suficientemente fuerte para darse cuenta que su existencia no era más que un ESPEJO SIN REFLEJO
Vería después de tanto tiempo a aquel hombre, sí, a ese del que se había enamorado.
Estaba anciosa, ahora todo sería distinto, él había cambiado por ella y ahora vendría a enmendarlo todo ; Estaba desesperada, había anhelado tanto ese momento; El reloj marcaba los minutos que cada vez se hacían más eternos; Decidió subir a su cuarto para arreglarse un poco para él, tal vez un poco de maquillaje para difuminar aquellas atroces marcas que ahora cubrían su piel relatando cada uno de esos instantes en los que su príncipe se había convertido en un monstruo. Ahora esas cicatrices acompañaban su imagen, imagen que ella había construido. que era todo lo que algún día quería ver reflejado en su espejo, todo lo que una mujer quería, su éxito, todo aquello con lo que él había arrasado y ahora se hallaba sepultado en el orgullo de aquel hombre.
Sin embargo hoy estaría dispuesta a perdonarlo.
Cogió un poco de maquillaje para ocultar las ojeras producidas por su llanto, sonó la puerta, era él, y ella acudió a abrir....Pero al abrir la puerta se dio cuenta que esa noche no sería diferente.
Aquella sonrisa que esperaba ver en su rostro se había marchado, ésta nunca se la había llevado bien con él, y el odio oscurecía sus ojos.
La tomó fuertemente y la arrojó contra la pared, pero ella no comprendía nada.
¿No se suponía que había cambiado?
¿Había caído en su trampa una vez más?
Con cada golpe que recibía ella intentaba recobrar algo de aliento para hablarle, pero no serviría de nada, sus palabras nunca significaron nada para él.
Ahora se daba cuenta, aunque demasiado tarde, un monstruo jamás sería su príncipe.
Sus lágrimas comenzaron a brotar, destruyendo cada centímetro que recorrían, llevándose por delante aquellas ilusiones falsas,tontas y ridículas.
Intentó vivir, intentó respirar; Pero ya era demasiado tarde.
Con cada golpe sentía que se le desprendía una parte de su vida. Y al fin, él lo consiguió, logró arrancar de ella cualquier forma de vida posible, cualquier sueño, cualquier esperanza.
Parecía que con su sufrimiento él lograba hacerse más fuerte. Pero...... a la final
¿Sería él lo suficientemente fuerte para darse cuenta que su existencia no era más que un ESPEJO SIN REFLEJO